El número de personas con parálisis cerebral y daño cerebral con un grado III de dependencia que demandan plazas en Centros de Día y Residencia va cada día en aumento. Las necesidades de las personas con una gran discapacidad y sus familias son muchas, variadas, y complejas, y en multitud de ocasiones quedan sin cubrir.
La residencia de aquellas personas que desean vivir independientemente -personas con capacidad para tomar sus propias decisiones, pero que tienen una dependencia física grande y precisan de ayuda para las funciones asistenciales- cubre, por tanto, una importante demanda de usuarios y familias, de manera que, una vez y por segundo año consecutivo, tengamos que felicitarnos y agradecer la ayuda concedida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con cargo a los presupuestos del IRPF. La ayuda concedida da servicio a un colectivo de personas con parálisis cerebral y daño cerebral graves; mejora y potencia la comunicación e independencia de los usuarios y aborda las múltiples dificultades que se le plantean a la persona con discapacidad en su día a día.